Una consulta ginecológica en Medellín transforma los códigos tradicionales del espacio clínico. El estudio ar_ea, liderado por Amalia Ramírez, recupera un concepto experimental de los años sesenta para diseñar una experiencia estética, íntima y funcional.

A finales de los años sesenta, el arquitecto estadounidense John Hejduk comenzó a explorar una idea que, en su momento, parecía ajena a la construcción práctica: ¿qué ocurriría si los muros giraran 45 grados? Esta rotación, inspirada en las composiciones en forma de diamante del pintor Piet Mondrian, alteraba profundamente la manera en que se percibían los espacios. El centro dejaba de ser el protagonista, dando paso a los bordes, a los ángulos, a la tensión de la oblicuidad. No era tanto una solución formal como una declaración teórica, una invitación a pensar la arquitectura desde lo inestable.

Décadas más tarde, ese gesto especulativo encuentra una nueva vida en un contexto inesperado: una consulta ginecológica en Medellín, Colombia. En Univherse, el estudio ar_ea, dirigido por la arquitecta Amalia Ramírez, retoma aquella exploración para reformular la experiencia del paciente a través del espacio.

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