La etiqueta Made in Italy es sinónimo de buen diseño,la Feria del Mueble de Milán es su reinoy la mención de esas tres palabras encierra una larga historia en la que la calidad, la artesanía,la industria y la funcionalidad se unen para expresar excelencia. Marcas legendarias, como Minotti, escriben su quehacer bajo su sombrilla.

Hacia la década de 1950, después de superar los estragos de la postguerra, Italia experimentó un periodo de crecimiento económico y de renovación industrial y cultural. En este contexto nació el llamado Bel desing, que proponía productos en los que el diseño era tan importante como lacalidad –en contravía del consumismo de lo descartable–, retomando la tradición artesanal del país, su pasión por la estética y abrazando la innovación tecnológica. De este movimiento surgen objetos tan icónicos del diseño industrial como la Vespa o la máquina de escribir Olivetti Valentine. Poco a poco, la producción italiana fue dibujando un universo en el que los textiles, la moda, el mobiliario, los accesorios y hasta los automóviles manifestaban una forma muy italiana de observar, vestir, habitar y vivir. El Made in Italy no tardó en constituirse en una marca admirada en el mundo entero, con un muy buen marketing detrás y la pasión sostenida de empresas, en su mayoría pequeñas o medianas y familiares.

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